22 Jun Mi primer fin de semana en Hong Kong
Mi llegada a Hong Kong fue a eso de las 10.30am, en el vuelo aunque no conseguí dormir mas de una hora, no tuve tiempo de aburrirme ya que estuve viendo películas hasta que prácticamente llegamos a Hong Kong. Aunque si tengo que decir que el vuelo se me hizo un poco largo ya que tuve que hacer escala en Ámsterdam, porque desde Madrid no hay vuelo directo a Hong Kong.
Finalmente tras recoger la maleta y pasar el control de pasaportes salí a la zona en la que se supone que tenia que haber alguien de Absolute Internship (en mi caso el Director del Programa) con un cartel y una camiseta de la Absolute Internship. Por supuesto no hace falta decir que no vi ni una cosa ni la otra. En primer lugar porque el Director (tengo que decir que acabe llevándome muy bien con el, es un gran tipo) decidió tener la gran idea de no sacar el cartel porque el ya se sabia nuestras caras de tanto ver nuestros pasaportes. Y en segundo lugar yo estaba buscando a alguien con una camiseta azul marino y unas letras amarillas de Abslotute Internship, pero resulta que la camisetas eran un azul claro extraño y ni de lejos es lo que después de 16 horas de viaje yo esperaba ni buscaba. Finalmente al cabo de un par de minutos se me acerco el Director del Programa me dio la bienvenida, nos saludamos y cuando le comente que no había visto el cartel me dijo como disculpa “no si yo a ti te visto salir desde el principio pero estaba dudando de si eras tu o no, porque te has cortado el pelo”. Vamos que lo llego a saber y no me corto el pelo jajaja. Una vez en el aeropuerto tuvimos que esperar a que llegasen todos aquellos cuyo vuelo llega entre las 9 am y las 14 pm asique estuve esperando un buen rato como ya os imagináis. Aunque la ventaja fue que todo el tiempo que pasamos en el aeropuerto lo pasamos charlando y conociéndonos los que ya habíamos llegado asique se nos hizo algo mas ameno. Finalmente nos fuimos al aparta-hotel en el que íbamos a vivir y nos repartimos en las distintas habitaciones.
La primera noche tuvimos la cena de bienvenida (Welcome dinner) en típico restaurante chino. La comida era típica de aquí de china lo que nos vino bien para ir acostumbrándonos poco a poco y a la vez nos ayudo a conocernos todos mejor y hacernos amigos. Tras la cena que estuvo muy bien decidimos que queríamos ir a tomarnos una cerveza (la verdad es que no se como aguantamos, teniendo en cuenta que llevaba mas de un día sin dormir) pero estuvo bien y luego nos fuimos todos a dormir. El fin de semana de introducción (Orientation week) comenzó el sábado con un desayuno y presentación del programa por el Director del programa de Absolute Internship, por supuesto también estaba la coorindator de la programa que era la “encargada” en Hong Kong de todos nosotros en caso de que la necesitásemos.
Una de las cosas que a la mayoría por no decir a todos nos llama la atención es como no los olores, China es el país de los olores diría yo y no te lo imaginas hasta que no vienes. Por otro lado a mi me ha llamado mucho la atención el contraste entre la riqueza y la pobreza que tiene la ciudad al mismo tiempo. Por ejemplo puedes ver un rascielos impresionante y prácticamente al lado unas casitas de 10 plantas viejas, sin pintar, y que te recuerdan que estas en China. Otro ejemplo que pondría es la gran diferencia entre montarte en el MTR (metro o suburbano) que es prácticamente nuevo, esta impecable y funciona que da gusto o usar el tranvía que esta viejo, es mucho mas lento y si lo piensas bien parece mas típico de China que de una ciudad como Hong Kong. Pero ahí lo tienes supongo que eso es parte del encanto de Hong Kong que sabe combinar lo nuevo y lo no tan nuevo de una forma única.
Para concluir querría decir que ese primer fin de semana antes de empezar a trabajar no solo nos vino bien para ir adaptándonos poco a poco al cambio horario. Sino que yo diría que fue uno de nuestros mayores aciertos porque nos permitió ir a un gran numero de sitios, ver el espectáculo de luces en el “Star ferry” y a la vez hacer muchos planes como el sábado que salimos un rato por la noche por primera vez. Ese fin de semana nos permitió ver y empezar a conocer Hong Kong.
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